El último adiós
La escena fue desgarradora. con un vestido negro, con un andar bastante pausado y bañada en lagrimas, Juliana Oxenford se acercó al féretro de su novio Álvaro Ugaz y se despidió de él con un beso.
El último, sabiendo que se fue antes de tiempo y con los sueños de ambos. Su padre Marcelo Oxenford trataba de consolarla pero era imposible, el dolor era muy fuerte.
Ayer fueron cremados los restos del periodista que falleció producto de un accidente de tránsito. Horas antes, en la iglesia Virgen de Fátima de Miraflores, se realizó una misa de cuerpo presente, oficiada por el cardenal Juan Luis Cipriano, a la que acudieron familiares, amigos y colegas del periodista.
Muy afectados, los padres de Álvaro: doña Silvia y don Adolfo, tampoco pudieron contener su pena.Las muestras de cariño hacia el periodista fallecido fueron hasta minutos antes de la cremación en el cementerio Jardines de la paz, en Lurín.
Sus amigos Miguel Humberto Aguirre, Gonzalo Iwasaki, Raúl Vargas, Álvaro Maguiña, Valia Barack, entre otros, lo despidieron entre aplausos y pétalos de rosas.Juliana, al parecer vencida por el dolor, prefirió no asistir al crematorio.
El triste discurso de la madre de Álvaro tocó el corazón de los presentes. “Alvarito, hoy Dios ha querido que partas. Mi alma está triste, hijito. Desde que tu papá y yo nos casamos y llegaste has sido un hijo maravilloso. Perdona si te fallé de alguna forma. Adiós, hijito, algún día estaremos juntos otra vez”, exclamó mientras el ataúd ingresaba a la cámara de cremación.
Don Alfonso, con lágrimas en los ojos, exclamaba: “Adiós, Álvaro, gracias -por haber sido siempre un buen hijo, gracias por haber llevado con orgullo nuestro apellido, desde niño te enseñé que eso no se regalaba, por eso siempre fuiste decente. Adiós, hijo, Dios sabe por qué hace las cosas”.
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